LAS BUENAS INTENCIONES de Amity Gaige

 

Autor: Amity Gaige

Editorial: Salamandra

Encuadernación: Rústica con solapas

Páginas: 288

Fecha de publicación: 23/01/2015

SINOPSIS

Escogida como una de las mejores novelas de 2013 en medios como The New York Times, The Huffington Post, The Washington Post, Publishers Weekly, Bookmarks y Kirkus Reviews, y elogiada por críticos y escritores de gran relieve, esta tercera novela de la escritora estadounidense Amity Gaige se presenta como una novela de suspense que, a medida que avanza la trama, se convierte en un relato lúcido y poético que sitúa al lector frente a un complejo dilema moral.

 Desde la cárcel, Eric Kennedy escribe una larga carta a su esposa, Laura, en la que confiesa los motivos que lo llevaron a incumplir flagrantemente la ley. En trámite de divorcio, Eric y Laura se hallaban en mitad de una tensa y desagradable pugna por la custodia de la pequeña Meadow, su hija de seis años, cuando él se llevó a la niña sin autorización y sin dejar rastros para realizar un viaje por los lagos de Vermont. Así, en su reveladora misiva, Eric no solo repasa episodios clave de su vida con la intención de aclarar —y quizá justificar— su comportamiento, sino que también desgrana los momentos más felices de su paternidad, Así pues, detrás de sus defectos emerge un padre afectuoso y entrañable que nos plantea una serie de preguntas de difícil respuesta.

La búsqueda de la identidad, los fantasmas del pasado, el amor incompleto, los sueños malogrados, en suma, todo aquello que determina la conducta de una persona convergen en Eric, un hombre contradictorio y seductor, dispuesto a arriesgarlo todo por pasar tiempo con su hija.

IMPRESIONES

Eric, es un hombre divorciado que decide alargar el fin de semana que le toca estar con su hija, Meadow, pues considera que el acuerdo al que llego con su mujer no fue justo, y necesita, tiene derecho a pasar más tiempo con la niña pero es pillado y encarcelado. En prisión decide guardar silencio y escribir una carta dirigida a su mujer, Laura, que pretende ser una forma de justificar su comportamiento, explicándonos lo que hizo con su hija el tiempo que estuvo con ella, pero también su relación de pareja, su papel de padre, la historia que esconde tras su falsa identidad, su pasado (pues fue un niño que huyó de Alemania a EE.UU. con su padre), algo que ha ocultado a todos los que le rodean, además de hablarnos de su interminable investigación.

Es una historia introspectiva que trata temas como el divorcio y la justicia en estos  casos, el papel que juegan los progenitores en la paternidad, en el hogar, desmitificando el papel de la madre, pues ni una es tan buena ni otro es tan malo. También se ve lo que se siente al emigrar y no sentirte aceptado en el nuevo hogar. La búsqueda de tu identidad.

A pesar de que todos los temas que esconde el libro son muy interesantes y actuales, me resultó muy difícil y lenta de leer. Cada vez que pensaba que tenía que retomar su lectura me costaba más. De hecho, si terminé el libro solo fue porque era mío y porque era el libro que íbamos a comentar en el club de lectura. No conseguí empatizar con el protagonista, pues aunque con la carta, (que es todo el libro), creo que pretende que le entendamos y se nos haga más cercano el personaje, durante toda la lectura tuve una constante sensación de distancia, frialdad y desapego, como si la historia no fuese con él. Hay momentos en los que es angustiante y desesperante. Habrá quien piense que está un poco trastornado, yo creo que no, solo es un ser un poco egoísta que no está conforme con su existencia pero no sabe cómo seguir adelante, pues las decisiones que ha ido tomando a lo largo de su vida lo han hecho así y no sabe cómo solucionar el embrollo en el que se ha metido.

Su investigación, que nombra desde el principio pero que no sabemos que versa sobre el silencio y las pausas hasta bien avanzado el libro,  con la que va salpicando la narración con anotaciones a pie de página incluidas, me resultó agotadora. Aunque su inclusión en la historia no sea por casualidad, pues es un ser que siempre ha estado callado, ocultando cosas. Tras las silencios se esconden muchas cosas.

Muchas situaciones resultan exageradas y forzadas. Todos los personajes, no solo el protagonista son "especiales", y cuesta entenderles. El padre es un ser parco en palabras, no le cuenta nada sobre su huida de Alemania, ni porque dejaron a su madre atrás, y cuando es un niño y le cuenta que ha huido de un compañero que le estaba molestando éste le responde que ha hecho bien, que hay que huir.  Meadow  para tener 6 años es sumamente madura, más que el padre y como dice en el libro tiene una tolerancia anormalmente alta a los reveses de la vida. La madre también tiene sus sombras.

He de reconocer que el estilo y la prosa de la autora son cuidados, sutil, muy estudiados aunque en mí no ha llegado a calar.

No diré que es una mala novela, porque no lo es, pero yo no conseguí conectar con ella, y por ello no será un libro que recomiende fervientemente.